Por:
Maira García
Clau fue siempre un gran referente durante toda mi carrera, la conozco desde el inicio, desde la audición; nos hemos acompañado como colegas, artistas y amigas durante ya casi seis años. Por esto he podido ser testigo de su proceso y sus transformaciones, durante los años en la universidad pudimos compartir clases como técnica de danza contemporánea y ensamble, espacios que me han permitido reconocer sus inmensas fortalezas y cambios.
En ciclo básico Clau y yo estábamos en distintos grupos, sin embargo, siempre la tuve muy presente, la observaba en los parciales o en los pocos espacios que podíamos compartir. Desde ahí empezó a ser mi referente, y así, desde la distancia, pude observar que tenía un manejo muy afianzado de la técnica de ballet clásico y tenía un cuerpo evidentemente trabajado con rigurosidad, observaba así que su entrenamiento en la danza venia de un lugar tradicional y fue en este punto cuando pude reconocerme en ella.
Clau y yo venimos de lugares parecidos, venimos de la escuela, de la institucionalidad, de las medias rosadas y trusas negras, venimos de lugares donde la danza y las bailarinas tenemos un deber ser, una danza que felizmente ha aceptado el disciplinamiento de los cuerpos, un lugar lleno de preconcepciones y exigencias que, aunque abrumadoras nos despertaron también la pasión, tal vez fuimos un poco obsesivas y tercas.
Y creo que fue justo esto lo que nos hizo a las dos volvernos tan apasionadas por esta carrera de artes escénicas en la Javeriana, porque pudimos encontrar un lugar diferente, un lugar para encontrar nuestra danza, para preguntarnos por su deber ser, para aterrizar además en nuestro contexto latinoamericano. Agradezco entonces esta compañía, soporte y reflejo que ha sido Clau para mí, agradezco la coincidencia.
A pesar del conflicto que puede generar este precedente en la danza, algo de admirar que siempre ha tenido muy arraigado Clau es su ética de entrenamiento constante, la cual pude apreciar a detalle cuando compartimos nuestra primera clase juntas, en Técnica López con Neva Ann Kenny. A Clau se le facilitaba mucho esta técnica por su cuerpo ya entrenado, sumamente inteligente y elongado, que profundizaba en cada posición y traslado de peso. El reto en esta clase fue deconstruir un poco la técnica, (me acuerdo de que hace poco hablé con ella sobre
Como en esa clase aprendió a girar nuevamente, con mecanismos distintos a los aprendidos en el ballet, y fue un gran descubrimiento), observo este evento como un despertar en Clau, aquí empezó su curiosidad infinita por aprender y llenarse de nuevos lenguajes.
Más adelante compartimos un ensamble de danza contemporánea dirigido por Yovanny Martinez, aquí después de un tiempo de no estar en la misma clase pude notar en ella un cuerpo mucho más fuerte, que estaba compuesto y se alimentaba de diferentes lenguajes, un cuerpo que encontraba potencia desde la multiplicidad. Vi también en ella una resistencia, un interés profundo por la investigación, por ir más allá de los códigos de la danza, y un cambio frente al discurso hegemónico, una Clau cada vez más firme en la exploración de la potencia de nuestro lenguaje y nuestros cuerpos latinoamericanos. Recuerdo también que esta fue la primera vez que estuvimos en escena juntas, recuerdo sentirla completa, llena de fuerza y autenticidad en su interpretación.
Agradezco entonces la compañía, el camino de aprendizaje juntas, los lugares tranquilos que ella genera para el trabajo y su forma de ser cómplice de quienes tiene alrededor desde la transparencia, el cuidado y el amor, acercándose ahora al arte desde el goce. admiro su búsqueda inalcanzable por encontrar su movimiento genuino. La observo atenta y con el lente abierto y bien dispuesto a encontrar novedad, con una sensibilidad por la vida que le permite querer aprender de muchos lugares.
Clau querida abrace todo su conocimiento, todo este camino de cultivo de sí misma. La admiro y le auguro un porvenir inmenso en el arte, confío en sus habilidades como ejecutante y creadora y celebro su generosidad. Gracias por ser referente, me lleno de ansias por seguir trabajando y construyéndonos juntas.